Mónica (California) en 1931. Es hijo de un manufacturero alemán y estudia literatura, arte, filosofía y música. Más tarde se forma en teatro y cinematografía junto a Max Reinhardt con quien colabora. Sufre un accidente aéreo durante la Primera Guerra Mundial.
Cuando se recupera empieza a colaborar, durante la década de los 20 en el Expresionismo alemán, aunque muchas de estas obras desaparecieron para siempre.
De esta época, no obstante, es El Castillo Encantado de 1921 que rueda en pocos
Más tarde lleva al cine una versión de Drácula de Brad Stoker titulada Nosferatu de 1922. Originalísima versión del texto
A continuación, Murnau realiza una de sus películas más ambiciosas, El Último de 1924 con el gran actor Emil Jannings.
Considerada por muchos como una de las mejores películas de la historia del cine, Murnau la rueda sin diálogos y sin intertítulos. Introduce la cámara desde un punto de vista subjetivo marcando mucho la psicología del personaje. Como anécdota decir que, después de verla, Alfred Hitchcok decide dedicarse al cine.
Más tarde rueda Tartufo de 1925, basada en la obra de Moliére. Considerada, junto a El Último, como su obra más ambiciosa. La calidad de las imágenes y la fuerza narrativa del director junto con la interpretación, de nuevo, de Emil Jannings hace obligado su visionado.
Antes de viajar a América del Norte Murnau rueda una versión del Fausto de Goethe , de 1926. Cuidado, tranquilo e innovador, el film contiene muchas
imágenes memorables y efectos especiales alarmantes, con una cuidada atención a los claroscuros.
Murnau llega precedido de una gran fama a EE UU y la Fox le encarga un trabajo que debe ser comercial aunque no esté exento de la calidad que se le supone. Y Murnau realiza una de las películas más sencillas y auténticas que existen en todo el mundo del cine: Amanecer de 1927.
"Sublime como melodrama romántico, lo mismo nos sumerge en la intriga de un crimen pasional que muestra retazos de la comicidad propia de la época. Quedaban sólo dos semanas para que se estrenara en Estados Unidos la primera película del cine sonoro -"El cantor de Jazz" (The Jazz Singer)-, pero Murnau firmó con Amanecer un testamento del cine mudo que deslumbró (que todavía hoy deslumbra) por su lirismo, belleza y armonía. Además despliega una verdadera fantasía en sus movimientos de cámara". - Crítica de Filmaffinity
Fue todo un lujo para la época, además tuvo un gran éxito comercial y ganó 3 Oscar de los de antes. Amanecer es el cúlmen de un director al que la poesía le desborda.
Más tarde, con la llegada del sonoro, abandona temporalmente el trabajo pero vuelve a él en 1931 para rodar Tabú.
Desgraciadamente Murnau muere, durante un descanso semanal del rodaje, en un accidente de automóvil junto a su joven amante. La película la termina Flaherty.
Fallece así un creador total, maestro de la puesta en escena, en el que sus personajes son fatalistas y están amarrados a su negro destino. Un realizador que trabajaba para espectadores inteligentes y sensibles. De todas formas nunca fue muy aceptado en el Hollywood conservador de la época.
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